El regrabado de llantas es una práctica corriente en algunas empresas de transporte tanto de pasajeros como de transporte de carga. El objetivo es obtener de la banda de rodamiento original un mayor kilometraje, o bien, en algunos casos; mejorar la tracción en condiciones de servicios especiales.

Solo son regrabables las llantas que en su costado tenga la leyenda en inglés Regrooving, pues estas llantas poseen un componente denominado Undertread, cuyas dimensiones son las apropiadas para permitir esta práctica. Así pues, se puede incrementar en un 20 % el rendimiento de las llantas.

Esta práctica solo se debe hacer cuando el neumático tenga de 3 a 5.5 mm de profundidad de surco o cuando se requiera retirar el amarre entre los tacos de los hombros para mejorar la tracción.

Esto ayudará a optimizar el consumo de combustible, pues reduce la resistencia al rodamiento, es decir la fricción con el piso. Esto podría ahorrar hasta 2 litros de combustible por cada 100 km recorridos.

Para realizar la operación de regrabado se utiliza un aparato eléctrico especial, compuesto por una cuchilla expuesta a altas temperaturas generadas con electricidad, a fin de cortar el fondo de los surcos y así profundizar los originales de los neumáticos usados.
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